La Mina Bom Futuro fue descubierta en 1986 durante una extracción de madera en la región del municipio de Ariquemes, ubicado en el estado de Rondônia. Operó irregularmente hasta 1990, cuando se otorgaron derechos mineros a la Empresa Brasileira de Estanho S.A (EBESA). En 2005, los derechos de exploración minera fueron transferidos a la Cooperativa dos Garimpeiros de Santa Cruz (COOPERSANTA), a través de una cesión de derechos. 

Desde el inicio de la legalización de la extracción, la operación minera en la Mina Bom Futuro ha buscado equilibrar la actividad de la gran minera con las actividades extractivas de los garimpeiros, incluidos pequeños productores manuales y medianos productores mecanizados, ya presentes en la zona.

Este modelo integrado fue aprobado por el Departamento Nacional de Producción Mineral (DNPM) en un Plan de Aprovechamiento Económico (PAE) con procedimientos ambientales y operativos regulares. Si bien este modelo no está definido en la legislación minera, fue construido a lo largo de 30 años de negociaciones monitoreadas y validadas por organismos de inspección pública.

En 1998 se firmó el Acuerdo de Ordenamiento Territorial Bom Futuro Garimpo, que incluía compromisos como la construcción de una escuela para atender a 300 alumnos, la implementación de infraestructura básica para la sede distrital y la organización de actividades extractivas y ambientales en el yacimiento. Estas acciones fueron monitoreadas por un directorio que incluyó a todas las partes involucradas y resultaron en dos premios nacionales: Itaú/UNICEF-1999 y Criança 2000 de la Fundação ABRINQ.

Actualmente, el Distrito de Bom Futuro tiene una población urbana de alrededor de 3.000 habitantes, entre trabajadores de la cantera y trabajadores rurales de los alrededores, y cuenta con toda la estructura de equipamientos sociales, un centro comercial y áreas residenciales. La Escuela Municipal Padre Ângelo Spadari, que inicialmente atendía a 300 alumnos, fue ampliada y ahora es una escuela centro con 1.500 alumnos, desde preescolar hasta bachillerato.

En 2015 se completó la inclusión de pequeños trabajadores manuales en la cadena productiva del yacimiento a través de una cooperativa de producción (COOPERFUTURO), con el fin de cumplir con la legislación fiscal y laboral, y el pago de un precio justo por el concentrado de casiterita producido.

La operación de la Mina Bom Futuro fue certificada en 2015, luego de una auditoría de técnicos internacionales, en el programa CSFI (Conflict Free Smelter), lo que prueba que el origen del estaño (casiterita) no está asociado al trabajo infantil ni a conflictos armados.

Este programa fue implementado por la EICC (Electronic Industry Citizenship Coalition), entidad que representa a más de 100 grandes empresas multinacionales consumidoras finales de estaño para el área de la microelectrónica (Apple, Black Berry, Cisco, Dell, IBM, Intel, Garmin, IBM, Microsoft, Motorola, Philips, Motorola, Samsung, etc.).

Esta certificación fue publicada en la página oficial de CSFI. Las actividades en el yacimiento Bom Futuro tienen un modelo de operación minera único, que no tiene una definición específica en la legislación minera, diferente de otras actividades mineras que operan en Brasil.

Este modelo se construyó a partir de la suma de dos actitudes principales: la voluntad de las partes involucradas para resolver los conflictos y de los órganos de control no sólo para aplicar sanciones, sino también para involucrarse en la solución.

Según el gobierno estatal, Rondônia se mantiene en la 1ª posición entre los productores brasileños de mineral de estaño (cassiterita), con 11.400 toneladas brutas y una pureza de 74,58%. En 2020, el mineral generó ingresos de R$ 360,5 millones, un 15,84% más que el año anterior, cuando alcanzó R$ 311,2 millones.